Sentado sobre la luna contemplo mis recuerdos
viendo pasar las nubes que son los sentimientos
vestido de oscura y negra noche voy
danzando descalzo por la húmeda hierba
dejando tras de mi el rastro de miserias
tarareo en susurros el conjuro de las penas
espinas del pasado desgarran la piel ajada
que ya no causa deseo salvo la complacencia propia
pasado, presente, futuro se mezclan en mi danza
sentado sobre la luna, de plata baño mi sombra
dando así luz a la oscuridad de mis pensamientos
desnudo mi blanca piel por la luna bañada
mojándome en el roció de mis amargas lágrimas
no vuelvo la vista atrás, solo escarbo en los recuerdos
descalzo por la hierba, desgrano los más bellos
evitando no pisar las espinas de los que fueron
que hacen sangrar el corazón y llorar en silencio
sentado sobre la mágica luna de los sueños
sobre mi sombra caer dejo, luz y pétalos de rosa
que aún hoy a pesar del tiempo me revistan de deseo
GGHR... 2011 / 02
Un León sentado sobre la luna de plata no puede sino gruñir hasta apagar su luz artificial. Un león tiene la bravía, es imponente y guarda para si y los suyos el territorio. Un león, en fin, camina sobre la hierba fresca, esquiva los cadillos y alimenta la manada. Un león puede envejecer, mas siempre tendrá la energía de un rey, asi está escrito en la viva naturaleza.
ResponderEliminarY la luna, pobre terrón inerte, se apodera de la luz solar para hacernos creer que todo tiene dos caras: una oscura y una clara. Su luz sobre los rostros humanos cae como gotas de brillantes lágrimas. Un león no saboreará dichas lágrimas, sacudirá su melena y su cabeza sabiendo que la luz está un su alma.
Un abrazo