Lagrimas negras

Lagrimas negras
a veces sin querer y otras queriendo...

jueves, 10 de febrero de 2011

A veces...

A veces, solo a veces, escribo, intento sacar esta telaraña de sentimientos pasiones, deseos, circunstancias, enredos mentales que son mis pensamientos, mis sentimientos, el sentirse culpable por algo que hice, que dije, que escribí, contento por las mismas razones, porque ves luz en el horizonte, en la lejanía, triste, melancólico, deprimido, porque uno no acaba de salir de ese hueco de sombras que es el cerebro, de los pensamientos emborronados que surgen a cada paso, a cada segundo, pasando de la luz a la oscuridad como una sucesión de nubes que raudas, veloces, pasan por delante del sol, dando paso a los distintos estados anímicos en los que caigo a menudo.
A veces como una tormenta, nubes grises que oscurecen la razón, otras como rayos de sol atravesando las tupidas ramas del bosque dando luz a las sombras, como claros desde donde se puede ver el cielo cargado de nubes, blancas, como algodón de azúcar, pasajeras, deslizándose sobre el azul, pensamiento o sueño despierto?.
A veces solo a veces uno deja penetrar la luz en ese espacio de sombras que es mi mente, donde se tornan rápidamente todas las sensaciones pasando de un estado a otro casi sin sentirlo, sin notarlo o sin proponérmelo.
Realidades que se forman en la mente o deseos de certezas que se quieren vivir, retazos de colores, sabores, olores que se perciben o se percibieron y acuden a la mente raudas dejando paso a los deseos.
A veces, momentos vividos, y momentos perdidos, sinsabores, penas, alegrías, risas, llanto, por los que se van, por los que quedan. Corremos un tupido velo de olvido en nuestra mente, tras el que ocultamos vivencias, conversaciones, deseos.
Oculto emociones, disimulo, invento excusas por no reconocer la verdad, envidia encubierta para no reconocer los fracasos, propios o ajenos, pero que me conciernen, que van minando, carcomiendo las esperanzas, avanzando en el tiempo, en el espacio, en el camino recorrido.
Quiero ser víctima, me siento víctima, cuando solo es cobardía, para no afrontar mis propios fracasos, buscando culpables ajenos para no reconocer la inutilidad de mis actos, de los tropiezos, de las oportunidades, arrepintiéndome de momentos en que tuve oportunidad de ser diferente, distinto, y por miedos al fracaso, al cambio, deje escapar.
A veces, como tormenta, o como rayos de sol atravesando la oscuridad, llegan los pensamientos, contrapuestos, alegres, divertidos, o dolorosos que hacen soltar las lagrimas, levantando una sonrisa o dejando una mueca de asco dibujada en el rostro.
A veces, solo a veces uno se siente ir hacia abajo, descendiendo vertiginosamente en una maraña de sentimientos que ponen un nudo en la garganta impidiendo hasta tragar la saliva, a veces solo a veces, los sentimientos, los recuerdos agradables levantan una sonrisa y un ligero cosquilleo recorre el cuerpo poniendo el bello de punta.
A veces solo a veces uno se siente vivo y otras solo una mota de polvo más en el universo, a veces solo a veces uno se siente alguien y otras uno más entre la gente.

1 comentario:

  1. Entrañable amigo: A veces y sólo a veces, dejamos de ser culpables, es entonces cuando el dolor deja paso a la paz, la sutil sensación de que los límites existen, únicamente en la mente.
    "Mama la libertad, siempre la llevarás dentro del corazón. Te pueden corromper, te puedes olvidar, pero ella siempre está..." (Charly García)

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