Desnudo los sentimientos, así como desnudo mi cuerpo, dejando al descubierto todo o gran parte de lo que pasa por mi mente.
Momentos complejos que ni yo mismo, a veces, se comprender, ni hacia donde van ni por que acuden en mi contradiciones de mi psique, o de mi corazón, y aunque solo son plabras que acuden muchas veces sin esfuerzo, otras llegan cargadas de dolor y miedo.
Que és? a que se deben?, a lo mejor es parte de lo que debo de vivir en esta parte de mi existencia, o quizá es solo locura transitoria, miedo, dolor, cobardia.
Vivencias, recuerdos, deseos, esperanzas, olvido, todo se reune dentro de mi cabeza y me hace girar como torbellino, a veces rozando la desesperación.
Cuantas lagrimas derramadas en horas de incertidumbre, de nostalgia, de recuerdos de días que se fuerón y nunca han de volver.
Desnudo mi mente intentando que algo sea coherente, pero no consigo si no enredar más lo ya enredado, casi rozando la incomprensión incluso para mi.
Solo se que deseo arrancar de mi interior todas esas sensaciones, que, aún de forma lenta y las más desesperantes, lucha por hacerse un hueco en la realidad.
Realidad?, de qué? no se, de mi dolor por el fracaso ante la vida, como persona, como hombre, como hijo; desesperación por querer ser siempre algo que no soy, que nunca seré, queriendo usurpar el lugar de ese otro que desde hace ya mucho, casi desde niño, intenta luchar por salir, por ser el, por una normalidad aunque sea la impuesta por una sociedad falta de credibilidad o de valores éticos y morales, donde solo sobrevive el más poderoso, pero no en valores antes dichos, sino en el poder económico, atesorando las riquezas y miserias de algo que nunca podrá llevarse más allá de lo que viva.
Desnudo mi cuerpo y mi mente y me sumo en la triste realidad de una vida sin sentido o carente de sentido para mi en estos momentos, me arrincono en un oscuro pasaje de mi mente, de mi vida de mis sentimientos y, ridículamente, intento salir a flote, pareciendo ante los demás como algo que no soy ni seré, inteligente.
Intentando siempre parecerme hasta en lo incierto a ese otro yo que vive dentro de mi, que sufre, ama, llora, ríe, que vive la vida que siempre quiso y se fue quedando atrás, en el silencio, en la oscuridad, en el olvido.
Desnudo mis sentimientos así como lo hago con mi cuerpo, me arrastro hasta mi rincón del olvido y allí, rodeando mis piernas con mis brazo, hecho un ovillo, lloro mi recuerdo, lloro mi silencio y bebo las amargas lagrimas derramadas y desesperado en la oscuridad de la vida, en la soledad de la noche, duermo, olvido, envejezco, muero
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